Sé que el festival de cine ya tiene cierto tiempo que pasó, pero quiero compartirles mi punto de vista como estudiante de teatro acerca de dos cortometrajes que vi y me gustaron mucho.
La
roca
Es
una pequeña producción basada en hechos reales, que habla sobre la triste y
difícil realidad social a la cual nos enfrentamos actualmente; donde sin
quererlo y sin darnos cuenta, se han ido perdiendo valores indispensables en la
existencia de la sociedad, como son el respeto, la tolerancia, la comprensión,
el humanismo, entre otros. Este corto hace un llamado a la reflexión de quién
lo observa, porque de verdad que todos necesitamos auto-evaluarnos, detenernos un
poco a pensar sobre qué estamos haciendo por nosotros mismos, por nuestra
sociedad y qué podemos hacer por recuperarla o mejorarla.
Ahora,
dejando a un lado la crítica personal, nos vamos hacia puntos mucho más
objetivos acerca del cortometraje, donde en este caso en particular, se busca
analizar aspectos teatrales como las actuaciones y la dirección, dentro de lo
que se pudo apreciar.
Descripción
del cortometraje: este es basado en la historia de un hecho real, sobre un
joven que es asesinado y decapitado, cuya madre, tiempo después de haber sido
encontrado el cadáver de su hijo, reclama que aún no se haya podido encontrar
la cabeza. Para el corto, se desarrollaron dos textos teatrales (monólogos),
cambiando el personaje del hijo por una hija y presentándolos a los dos a un
mismo tiempo, de forma alternada, pero en dos planos totalmente diferentes; la
hija desde un punto de vista más ficticio y la madre desde un plano terrenal,
es decir mucho más basado en la realidad.
Actuaciones:
solo existen dos personajes que están presentes en las escenas, los demás son
solo mencionados por los dos principales. Estos dos personajes principales son
la madre y su hija (victima).
La madre
es representada como una mujer de más de 40 años de edad, la cual se muestra
como una madre de hogar trabajadora, que luchaba por sacar a su familia adelante
y por pagar los estudios de su hija. Al principio de su primera escena, la
madre muestra mucha rabia por la forma tan violenta y desagradable en la que
murió su hija en manos de la delincuencia, cuya rabia e indignación trata de
disimular tras la preocupación de que las autoridades aún no hayan encontrado
la cabeza de su hija y por esa razón no la hayan podido enterrar aún, pero al
final de este cuadro termina doblegándose y rindiéndose a lo que realmente la
está carcomiendo por dentro, que es el inmenso dolor de haber perdido a su
hija. La rabia, la indignación y el dolor son tres sentimientos que acompañan
las palabras de este personaje, y son dados a notar por la actriz. Sin embargo,
hay un pequeño detalle, pero que no pude dejar de notar, y es que a la hora de
decir las groserías y maldiciones, en el momento de rabia la actriz no los
hacia llegar de manera natural como lo expresado en el resto del texto, quizá
por debilidades actorales en esta parte o por no estar totalmente metida en el
personaje y aun conservando su esencia como persona no es capaz de expresarlo
por no estar acostumbrada a ello. La interpretación de esta actriz estuvo
realmente buena, solo que le faltó conmover más para el papel que le
correspondía.
La hija es
representada como una joven universitaria de quizá unos 20 años de edad, apenas
en la flor de la juventud. Ésta expresa la situación desde su perspectiva, la
cual no es como la de la madre que contiene rabia e indignación en ella, sino
que contiene en sí desesperación, tristeza, nostalgia e incluso en algunos
momentos, resignación ante la situación en la que se encuentra. La hija expresa
claramente, en repetidas oportunidades, su desesperación por no encontrar su
cuerpo, ya que se supone que la que está hablando es la cabeza que se encuentra
desaparecida, su más grande preocupación es ser una cabeza sin cuerpo y
especialmente ser recordada por su madre de esa manera. La actriz en este caso,
expresa muy bien estos sentimientos, al punto de compartirlos con el
espectador. Este texto en particular es bastante teatral, yo diría que hasta
más que el de la madre y tanto el director como la interprete supieron sacarle
el mayor provecho pare recrearlo en un cortometraje.
Dirección:
este cortometraje merece especiales felicitaciones en cuanto a la parte
creativa se refiere. El director supo ingeniárselas muy bien para llevar estos
textos teatrales al cortometraje sin dañarlos a ninguno de los dos. Una de las
características de este corto es que no se enfoca más allá de la cara, las
expresiones, de los personajes principales; otra cosa es que también se usan
otros efectos de imagen, los cuales ignoro por no estar de lleno en la materia
del cine y las artes audiovisuales, pero el enfoque mayor se centró en las
expresiones faciales de los actores desde ciertas perspectivas, sobre todo en
el caso de la madre. También me parece que fue muy creativo de parte del
director mostrar solo la cabeza de la víctima hablando, la cual estaba
sumergida en agua, tal cual como si aún siguiera perdida en el río donde fue
arrojada. Otro detalle que ayudó mucho a las actuaciones, fueron los efectos de
sonido, sobre todo, el que más me llamó la atención fue el del constante goteo
del agua cuando hablaba la víctima, y el agua cayendo de la cascada, el cual
producía una sensación de desesperación que era mucho más afianzada por el
texto y la interprete.
Habitable
Habitable es
un cortometraje donde participan varios actores de reparto (comparsa) y dos
principales, el cual se desarrolla en diferentes escenarios, una habitación
común, en una casa de familia igualmente común, con su desorden habitual, luego
una camionetica de transporte público, una calle y por ultimo lo que parece ser
un hospital o centro de salud, o también podría interpretarse como un acilo
para ancianos. Durante todo el cortometraje no existe ningún tipo de dialogo,
solo movimientos, acciones y expresiones de los diferentes personajes que
aparecen, en especial de uno de los principales, el cual es representado por un
señor de, al parecer, más de 55 años de edad; el otro personaje principal, es
representado como una señora también mayor, la que se podría sobreentender como
la esposa del señor, que aunque no tiene ningún tipo de acción, ni
participación activa y mucho menos, por lo explicado de la inexistencia de
texto, fue siquiera mencionada, es evidente que las acciones del primer
personaje giran en torno a éste y eso le da ya cierto protagonismo.
El
desarrollo de la historia transcurre con el señor haciendo preparativos en su
casa, recoge ciertos elementos necesarios para pasar una o varias noches fuera
de casa; luego hace un recorrido en transporte público hasta una calle de
cierto pueblo y finalmente termina entrando a lo que yo preferiría interpretar
como un acilo de ancianos, donde encuentra a su esposa, saca los elementos del
bolso que llevaba consigo y por último, se acuesta al lado de ella y la abraza
tiernamente. Con este último cuadro termina el cortometraje.
En
cuanto a las actuaciones, a pesar de
que no hubo texto alguno, hay mucho que evaluar, yo diría que incluso más que
cuando se dice un texto, ya que es mucho más difícil interpretar algo solo con
el cuerpo, que además no puedes aclarar con palabras. Los personajes de
comparsa mantuvieron todos sus posturas y eso ayudó mucho a sostener el efecto
de realidad. La actuación del personaje principal, en mi opinión estuvo
brillante, ya que a pesar de que la expresión de su rostro era casi siempre la
misma, su cuerpo trasmitía claramente los sentimientos de nostalgia, amor y
dulzura, cada uno en su respectivo momento, y eso fue lo que hizo a este
cortometraje tan conmovedor, y él mismo fue el que le dio vida al personaje de
la esposa, tomando en cuenta que ella no podía realizar ninguna acción porque
se suponía que no se encontraba en condiciones de salud.
La
dirección realizó un corto sencillo,
sin mucho porqué llamar la atención y sin menos para ser ordinario. Se
utilizaron recursos que se pueden encontrar en cualquier parte y los escenarios
eran bastante reales, lugares que realmente existen. Algo que debo felicitar son
los detalles, puesto que se notó que estuvieron muy al pendiente de cada uno
ellos, sobre todo en los elementos de las escenas. Las perspectivas
fotográficas, por llamarlo de alguna manera, o puntos desde donde grababa la
cámara, estuvieron muy bien cuadrados en la mayoría de las oportunidades, en
especial cuando el señor iba en la camionetica, la escena fue enfocada desde
adentro para afuera y se podía ver todo: los rostros de las personas e incluso
el camino que iba dejando atrás el transporte. Lo único negativo que le tendría
que acotar a esto, es que cuando el señor llegó al acilo y estaba sacando las
cosas del bolso, el momento se hizo un poco pesado, considero que hubiese sido
mejor si la o las cámaras hubiesen enfocado las misma escena desde varios
ángulos.
Este es el resultado de una actividad de la clase de la profa. Yolanda Perez, introducción al programa de grado, en UNEARTE.